Guijuelo se volcó este fin de semana con el mundo de los toros, acogiendo la III reunión de peñas taurinas de Castilla y León. La Asociación Taurina de Guijuelo se presentó en sociedad y se culminó la fiesta con una novillada en la plaza de toros.

El Ayuntamiento de Guijuelo recibió a los peñistas el domingo por la mañana en la plaza Mayor, donde el alcalde, Julián Ramos, dio la bienvenida a los presentes. Destacando más tarde la apuesta por la cultura que se realiza desde el Consistorio de la villa.

La mañana sirvió también para la puesta de largo de la nueva asociación taurina de Guijuelo. Una nueva peña presidida por Pedro Jiménez, que comentó a Radio Guijuelo la importancia de apoyar la fiesta nacional.

Así mismo, se contó con la presencia de José Martín, presidente de la Federación de Peñas Taurinas de Salamanca, Helmántica, quien entregó el diploma de inscripción nacional a los asociados guijuelenses y recibió una placa de manos del alcalde.

A continuación se leyó el manifiesto a favor de la tauromaquia y se ofreció un convite a base de jamón ibérico ofrecido por la Denominación de Origen de Guijuelo. La mañana se concluyó con una visita a la exposición de artículos taurinos en la sala de exposiciones David Hernández. La muestra estará abierta al público hasta el próximo 30 de abril.

El tiempo acompañó, y por la tarde se celebró el festival taurino en la plaza de toros. Se lidiaron cuatro novillos de diferentes ganaderías, siendo el primero de todos Domingo López Chaves, que toreó un vigoroso animal de Julio García. El diestro demostró maestría en la suerte de espadas y cortó dos orejas. Misma suerte corrió Javier Valverde con su novillo, de la ganadería de Miranda de Pericalvo, quien también cortó dos orejas. El ejemplar de Montalvo fue el peor de la tarde, y Palomo Danko tuvo que aplicarse a la muleta para lucirse un poco. Finalmente enmendó la faena y obtuvo también dos orejas. Para finalizar el ex novillero Bernardino Basas se ocupó del último novillo, procedente de la ganadería de Cándido Flores. El público se volcó con el actual podólogo salmantino, que ofreció un buen espectáculo al capote, pese a no tener suerte más tarde con la espada. Sin embargo el público colaboró para que Basas se marchara de la plaza con dos orejas como trofeo.

A la fiesta acudieron personas procedentes de Tordesillas, Toro, Zamora, Béjar, Cáceres, Ledesma y Madrid, además de los aficionados más numerosos que acudieron desde Salamanca capital. La plaza llegó a superar la media entrada, con más de medio millar de asistentes en los tendidos.

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