En un nuevo episodio del “hombre contra la máquina” se consiguió paralizar ayer el derribo del Teatro Bretón en Salamanca 6 horas después de su inicio.
Manuel Serrano, abogado del Foro de Izquierdas-Los Verdes, fue quien acudió al lugar del derribo para evitar que las máquinas siguieran funcionando. Una vez delante de las máquinas tuvo que escalar a unos escombros para evitar que las retroexcavadoras siguieran funcionando.
Serrano actuó dentro de la legalidad, ya que los juzgados de la plaza de Colón ya habían redactado el auto que determinaba la suspensión cautelar de las obras.
Pese a ello, el daño ya estaba hecho, y en el momento en que el jurista de Los Verdes logró detener la actividad de las máquinas, las máquinas ya habían llegado hasta los palcos del teatro.
La suspensión cautelar se ha dictado en virtud al recurso interpuesto por Los Verdes en contra de la licencia de derribo que no debería haberse concedido al tratarse de un Bien de Interés Cultural.