La modernidad no está reñida con el respeto al medio ambiente y eso es lo que han pensado los responsables de montar el pabellón de Castilla y León, que han decidido levantar un edificio con 30.370 botellas de vidrio reciclables con luces en el interior, para poder transmitir mensajes y cambiar la iluminación de los muros.
Esta innovación arquitectónica quiere ensalzar la riqueza de nuestros paisajes y la historia con el Río Duero como eje de toda su oferta, sin olvidarse del Canal de Castilla, que estará presente en una maqueta orográfica de la esclusa de Frómista, en Palencia.
Los 2,58 millones de euros que invertirá la Junta en promocionarse, ocuparán el 17% del pabellón destinado a las comunidades autónomas y además contará con un restaurante ubicado en el segundo nivel con seis cocineros premiados con la estrella Michelín y la Asociación de Sumilleres, que elaborarán menús basados en los productos de la tierra pero con la creatividad de las tendencias actuales.
El arte también estará presente en el edificio con 25 piezas procedentes del Musac, que se alternarán con el arte del patrimonio histórico de Castilla y León; y para recibir las visitas una suave cortina de agua del artista Julios Popp.