Trio arbitral junto a los capitanes del Pontevedra y el Guijuelo.

El Guijuelo no pudo traerse nada positivo de su visita a Pasarón, tras perder por 2 goles a 1 y no fue porque su rival el Pontevedra fuera superior al equipo de Jordi Fabregat, si no porque el conjunto guijuelense se encontró por el camino con el colegiado madrileño Miguel Ángel Ortiz Arias, que fue el gran protagonista del partido, perjudicando gravemente al C.D. Guijuelo.

Pino ante un jugador del Pontevedra.

El árbitro decantó el partido, en el descuento de la primera mitad se inventó un penalti de Álvaro sobre Mateo, en esa jugada expulsa al central Álvaro por doble amarilla, la primera por la falta y la segunda por protestar, además, Jordi Fabregat también es expulsado en esa acción, ambas amonestaciones por hacer observaciones de orden técnico. El lateral Barco desde los once metros no desaprovecharía el regalo arbitral, con el que se llegaría al descanso. Antes de esa jugada, el colegiado madrileño ya comenzaba a desesperar a los jugadores del Guijuelo, la vara de medir no era igual para uno y otro equipo, los de Fabregat hacían una falta y veían tarjeta amarilla y a los locales se les permitía de todo. Los jugadores del Guijuelo pedían explicaciones al árbitro que se dirigía con frases como las siguientes “Esas faltas no se pueden desaprovechar” aludiendo a una falta que botada Aitor Aspas. “A esa era difícil llegar, hay que ser más rápido” le comentó a un central del Guijuelo, o “Dile a tu portero que le pegue bien al balón”. Sin duda la prepotencia arbitral y el acoso, afectó en la ansiedad de los jugadores guijuelenses.

 

Jordi Fabregat fue expulsado en Pasarón

En lo deportivo, el Guijuelo fue superior a su rival, en la primera mitad, sufrió en los primeros compases, pero los locales sólo tiraron una vez a portería y fue en un remate flojo de cabeza de Barco. Los de Fabregat, con una línea de cinco defensas, poco a poco se iban haciendo con el choque, llegaban con claridad y con mucha gente a portería, aunque les faltaba el remate final. El único contratiempo era a la hora de defender, pero esos problemas los fue limitando con el paso de los minutos. Si no fuera por el regalo arbitral, lo más justo hubiera sido un empate a cero al finalizar el primer acto.

En la segunda mitad, el Guijuelo con 10 hombres tuvo que luchar contra las adversidades de las decisiones arbitrales y con un rival muy bien plantado sobre el terreno de juego. A los cuatro minutos de la reanudación, Ángel a la salida de un corner supera de fuerte disparo a Edu. Con el empate parecía que el Guijuelo se podía hacer con el partido, pero el Pontevedra en su único disparo a portería conseguiría el premio del gol, un ex del Guijuelo, Abel a la media vuelta superaba por raso a Kike Royo.

Con el paso de los minutos el equipo de Fabregat lo seguía intentando, pero de nuevo tenemos que hablar del árbitro, en el minuto 68 le perdona la expulsión a Portera por una fea entrada sobre Aspas. A pesar de todo, Dimas tuvo en sus botas el gol del empate en varias ocasiones, la más clara en el minuto 78 en un mano a mano que le gana Edu, y dos minutos después tras rematar fuera un centro de Piojo. El Guijuelo le siguió poniendo corazón hasta el final con un hombre menos, pero a la contra el Pontevedra pudo matar el partido con un disparo de Añón que se marcho al larguero.

Al final en lo deportivo, buena primera parte y muy buena segunda mitad del conjunto guijuelense, con un hombre menos. Esperemos que el próximo domingo le llegue el premio al trabajo al equipo de Fabregat.

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