La organización de una boda en estos días supone algo más que un desembolso económico. Los preparativos para el día más especial de los contrayentes, traen muchos quebraderos de cabeza. Invitaciones, regalos, trajes, alianzas, regalos y como no el viaje de novios, detalles que si no se preparan con tiempo pueden convertir el día más feliz en un auténtico desastre.
Casarse supone, a parte de una responsabilidad para los contrayentes, un riesgo para los bolsillos. La organización de una boda es una tarea ardua en la que hay que tener en cuenta miles de detalles que pueden llegar a ascender, como media, según un estudio publicado hoy por la gaceta de salamanca, a 24.000 euros.
Existen dos opciones: la primera es dejarlo en manos de una empresa organizadora de bodas. Este tipo de empresas, por una cantidad media de 200 euros, se encargan absolutamente de todo: desde concertar la iglesia, hasta localizar al fotógrafo, pasando por la elección del ramo. Todo ello supone quitarse quebraderos de cabeza.
Si los novios quieren seguir la tradición y organizar ellos la boda, primero tienen que buscar la iglesia, a continuación el lugar del banquete, seguimos con la novia que tiene que ir blanca y radiante, además de peinado, maquillaje, manicura… zapatos y complementos. Algo que no puede faltar son las alianzas. El traje del novio, invitaciones, regalos, fotografía, el ramo, los adornos florales y un sin fin de detalles.
Aunque después de la tempestad llega la calma, con el viaje de novios, que no se olvidará nunca, a un lugar desconocido. Y lejos como decía el poeta del mundanal ruido.