El 1 de febrero se inicia el plazo para sustituir las calefacciones centrales por sistemas de consumo individual. Desde ese día y hasta el 1 de julio, las construcciones de más de 20 viviendas que mantengan calefacción central tendrán que haber presentado un proyecto para sustituirla.

Se trata de la fase final de un proceso que se inició en 2018 con la aprobación de la norma que obliga a que todos los edificios con calefacción central que no resulten exentos de la obligación, por no ser rentable o técnicamente inviable, deberán instalar contadores individuales.

El día 1 de julio las construcciones afectadas, las de menos de 20 viviendas, tendrán que tener al menos un presupuesto. Y el 1 de diciembre es la fecha tope para los de menos de 20 viviendas. A partir de ambas fechas, tendrán 15 meses para que la instalación esté operativa: entre el 1 de octubre de 2022 y el 1 de marzo de 2023.

La medida afectará a los edificios con sistemas de calefacción o refrigeración construidos antes de la aprobación del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios de 1998, es decir con más de 20 años. En España estos cambios afectan a cerca de 1,5 millones de hogar, de ellos 37.000 en Salamanca, uno de cada cuatro.

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