La Junta de Castilla y León a través de la Consejería de Economía y Empleo ha puesto en marcha un plan para facilitar a los comercios la rentabilidad de su facturación eléctrica y el ahorro energético que se estima podría llegar a un 20 % de ahorro.
El programa está dirigido inicialmente a los comercios con potencias superiores a los 15 kW, aunque debido a la demanda detectada, se ha incluido a los comercios con menor potencia contratada.
Según los estudios realizados en 41 comercios de Castilla y León, tienen un consumo eléctrico de 1.200.000 kWh/año y un gasto eléctrico estimado de 281.000 euros/año, incluyendo impuestos. Con el plan algunos comercios se acogerán al ajuste de potencia, con un ahorro estimado de 7.700 euros al año, mientras que a otros se les aconseja instalar acumuladores de potencia que aunque supondría una inversión de 8.500 euros, el ahorro anual estimado sería de unos 3.500 euros.
Debido al alto número de establecimientos comerciales en Castilla y León y al elevado consumo que representan, el plan de optimización en el consumo de energía, permite un potencial de ahorro energético y un uso más eficiente de la electricidad.