El grupo folclórico el Torreón fue fiel a su cita de primeros de agosto con la celebración de las Noches del Pozuelo a la que invitaron a cuatro grupos que llenaron de música y colorido la Plaza de Castilla y León.
La décimo quinta edición de las Noches del Pozuelo se cerró este fin de semana con las actuaciones de los grupos Noceu de la localidad asturiana de Trubia y el de coros y danzas El Hilandón de la localidad leonesa de Alija del Infantado. El segundo día de las Noches del Pozuelo, recogió el testigo de la danza los grupos Tio Babú de la localidad zamorana de Toro y el de coros y danzas cacereño de Torrejoncillo.
Los dos días se abrieron con el desfile por las calles de nuestra villa, encabezados por el grupo anfitrión que fue el encargado también de abrir las actuaciones y presentar a los grupos invitados. Durante la primera noche además se realizó la entrega de los premios correspondientes al concurso de carteles de esta edición.
El sábado le correspondió el turno al grupo Noceu de Trubia, Asturias, que antes de comenzar con sus bailes explicó a todos los asistentes los diferentes trajes que habían traído para la ocasión. Finalizada la presentación realizaron su actuación empezando por una gallegada e introduciendo la gaita para la siguiente pieza, dándole un sonido diferente a las Noches del Pozuelo y finalizaron con el baile típico denominado el Careao.
León aportaba el segundo grupo invitado que comenzó su actuación con un breve repaso por su historia, para después lanzarse al centro de la Plaza de Castilla y León con su primera interpretación. El baile de los Pastores siguió las actuaciones del grupo de León en el que incluían un mortero como instrumento de percusión para seguir el ritmo de los pasos. Finalizó la actuación el grupo con la interpretación de una romería y una jota leonesa.
Para la noche del domingo, el turno fue en primer lugar, para Tio Babú de Toro, que comenzó su actuación precisamente con una canción de la que han rescatando el nombre del grupo y siguieron llenando la plaza de colorido con los trajes y bailes típicos de la provincia y de su ciudad. Los bailes basados en la percusión y en la dulzaina hacían clara referencia a festejos y también a las labores del campo.
Las Noches del Pozuelo siguieron con la actuación del grupo cacereño de Torrejoncillo que principalmente utilizaban instrumentos de rondalla para realizar sus bailes y donde las jotas extremeñas fueron las máximas protagonistas de sus actuaciones.
El cierre de las actuaciones de las Noches del Pozuelo, lo realizó el grupo folclórico El Torreón que salió a escena utilizando como instrumento musical una mesa de madera que se utilizó para hacer la canción de las panaderas.
Como es habitual en todas las jornadas se invitó a los grupos a bailar el baile de la botella que sacó la cara más divertida de los asistentes a las frías Noches del Pozuelo.