La comisión de Sanidad, Medio Ambiente y Seguridad Alimentaría del Parlamento Europeo ha propuesto aumentar las exigencias en las etiquetas de los alimentos, relacionadas con su lugar de origen o con el momento de congelación de la carne o el pescado. El punto central de esta normativa será imponer que los alimentos indiquen en su envase su contenido en calorías, grasas, proteínas o azúcares por cada por cada 100 gramos o 100 mililitros.
Además, la comisión de la Eurocámara propuso que además, se obligue a expresar el contenido de un alimento en «grasas-trans”. Esta última exigencia queda excluida de empresas con menos de 10 empleados y de 2 millones de euros de facturación.
Por último, otro aspecto de la normativa es la idea de expresar el país de origen de un alimento, aunque en este punto hay desacuerdo entre la Eurocámara y el Consejo de la Unión Europea.