La proposición de ley para la reforma electoral establece nuevas fórmulas para impedir que haya tránsfugas. La reforma no sólo restará poder a los tránsfugas, sino que además evitará que la izquierda abertzale llegue a las instituciones, pero no se tramitará por vía urgente por un veto de IU, en protesta por no variar el reparto de escaños.
Finalmente, han sido dos las proposiciones de ley registradas en la Cámara, para realizar una nueva reforma electoral. De salir adelante, la novedad más importante es que se podrá inhabilitar a cargos ya electos si, tras las elecciones, una sentencia judicial firme declara ilegal a su partido.
La segunda proposición de ley implica cambios como, por ejemplo, permitir que los españoles residentes en el exterior voten en urna en los consulados. También se desactivará el poder de los tránsfugas a la hora de presentar mociones de censura en los ayuntamientos, de manera que para que estas mociones salgan adelante no bastará con la mayoría simple, sino que se exigirá un voto más por cada tránsfuga que firme la moción.
Otras medidas que incluye son prohibir la inauguración de obras por parte de instituciones públicas en periodo electoral, instar a los medios de comunicación privados a garantizar la pluralidad en los informativos y debates y reducir los gastos de los partidos en publicidad.