La localidad de Nava de Béjar ha retomado la fiesta de Pascua con la celebración de la Resurrección, sesenta años después de que se celebrase la última. Ese es el tiempo que han tenido que esperar los vecinos de Nava de Béjar para recuperar una tradición que practicaron sus antepasados y que el domingo de Pascua se volvió a hacer realidad.
Después de sesenta años la asociación de vecinos, la cofradía de Santo Domingo de Guzmán y el Ayuntamiento han conseguido retomar el colorido de la fiesta de Resurrección.
Los actos comenzaron por la mañana con la misa a la que acudieron un gran número de habitantes, al terminar esta se acercaron hasta la pila bautismal para llenar sus frascos del agua bendecida. Una vez terminados los actos religiosos, como apunta hoy La Gaceta, los vecinos de Nava de Béjar se trasladaron hasta las antiguas escuelas para disfrutar de un ágape en el que no podía faltar el hornazo y el folklore de Churruchuela para amenizar tal acontecimiento.
Mientras se disfrutaba del tentempié el rumor que se escuchaba en las conversaciones era unánime a la hora de recuperar esta costumbre que se había perdido con el tiempo.