El hombre se acercó a Béjar, donde vive actualmente su mujer a quien tienen prohibido acercarse por orden judicial. Una vez dentro del casco urbano de la ciudad se activó la alarma de la pulsera GPS que portaba por lo que la Policía Nacional de la ciudad textil se puso en marcha para proceder a su detención.
Al verse acorralado por los agentes, el maltratador huyó en coche de la localidad para protagonizar más tarde una aparatosa huída de la Guardia Civil.
En medio de la fuga el hombre fue acusado de intentar atropellar a los agentes de la Benemérita que se acercaron para dar el alto al maltratador. Tras huir hasta la provincia de Cáceres donde fue detenido cerca del embalse de Gabriel y Galán y trasladado posteriormente a los calabozos del cuartel de Montehermoso.