La inminencia del Lunes de Aguas provoca que las panificadoras de la villa trabajen ya en la producción de miles de hornazos para atender una demanda que cada año aumenta.
La elaboración de los hornazos es uno más de los pasos a seguir en la tradición del Lunes de Aguas. Como es habitual, las mujeres, y en muchos casos los hombres de cada casa se acercan hasta tahonas y panificadoras para realizar su propia producción de hornazos. Aunque según indica el maestro panadero Juan Clemen desde Panificadora Guijuelo, el número de gente que prepara sus propios hornazos cada vez es menor: “Las personas mayores, y las amas de casa son las que mayor tradición tienen a la hora de venir a hacer sus propios hornazos, pero cada vez se va perdiendo la costumbre principalmente por comodidad, ya que es mucho más práctico comprarlos hechos”.
Aún así muchas familias siguen degustando el Lunes de Aguas sus propios hornazos hechos por amas de casa como es el caso de Consuelo: “aprovecho para hacer no sólo para mí, sino también para el resto de la familia, como la de mi hermana. Así tenemos para el Lunes de Aguas y para más días”.
La receta típica varía según la panadería, pero básicamente es la misma con pequeñas variaciones, como nos comenta Mari Tere al tiempo que hace sus propios hornazos: “Prefiero hacer una receta tradicional con un relleno de papada y chorizo casero, es una fórmula que nunca falla”.
En otros establecimientos indican que la producción de hornazos es prácticamente igual a la de otros años, como señala Manolo desde Pastelería Arias: “Estamos haciendo una producción normal, nos basamos en la demanda de la clientela y será similar a la del año pasado. Esperamos una buena respuesta del público de aquí al Lunes de Aguas. A partir de entonces llegará el calor y la producción se reduce mucho”.
Para aquellos que no tengan impedimentos en poner las manos en la masa aún no es tarde para pedir cita en alguna de las panaderías de la villa para hacer sus propios hornazos.
Un manjar típico que servirá para saciar el hambre en unas pocas horas de los guijuelenses en una jornada entre familiares y amigos.