En la madrugada del sábado al domingo todos los relojes tendrán que ser adelantados una hora para pasar al horario de verano, de esta forma a las 2 serán las 3.
En esta ocasión, toca la parte mala y nos perderemos una hora, pero ya saben que en la noche del sábado al domingo, algunos seguirán con la hora vieja, como suele decirse en estos casos.
Este tipo de medida se ha convertido en todos los países de la Unión Europea desde que en 1974 con la crisis del petroleo, se estimase un ahorro de hasta un 5% en la energía que consumimos diariamente.
Otra de las consecuencias de este cambio horario es que nuestro cuerpo tarda alrededor de una semana en habituarse al nuevo horario y sufre algunos desfases de sueño y de cansancio.
A pesar de todo no se olviden de adelantar sus relojes una hora de el sábado al domingo, a las 2 de la madrugada serán las 3.