Una bolsa de tres kilos de caramelos y chicles, esa es la cantidad que llegamos a comer en un año cada españolito de a pie. Aunque preferimos los chicles en nuestra rutina diaria.
Según un estudio de la Asociación Española de Fabricantes, cada español consume una media de tres kilos de caramelos y chicles por año, y la mayoría prefiere las gomas de mascar sin azúcar.
Así, en 2007 se vendieron 717 millones de euros en caramelos y chicles; aunque parezca mucho, España está por debajo de los tres países con más consumo de estas golosinas, Reino Unido, Dinamarca y Alemania; pero por encima de los que menos consumen, Austria, Grecia y Portugal.
La campaña se elaboró tras un estudio que establece que los caramelos y chicles están en el sexto lugar de los recuerdos de la infancia, detrás de los amigos, las bicicletas o los juegos en la calle; y por encima del pueblo, los cromos o la televisión. Aunque lo que más nos recuerda nuestra niñez, son los dulces.
Siguiendo con los estudios, otro parece ser la excusa perfecta para salirse a tomar unas cañas o vinos con los amigos de la infancia, ya que el consumo moderado de cerveza o vino mantiene los huesos más sanos y fuertes.
A partir de ahora no hará falta decir me voy a ver el fútbol o a jugar la partida; ya que un reciente estudio ha demostrado que el consumo moderado de alcohol, ha sido relacionado con una mejor densidad mineral ósea en un estudio epidemiológico realizado en hombres y mujeres de más de sesenta años de edad. Sin embargo, beber mucho, en especial bebidas de alta graduación tiene el efecto contrario.
Los investigadores del Centro de Nutrición y Envejecimiento de la Universidad de Tufts han encontrado que un consumo moderado regular de cerveza o vino es capaz de tener efectos positivos en los huesos mientras un consumo elevado de alcohol puede contribuir a la pérdida ósea.
El estudio se realizó a mujeres y hombres, tomando muestras óseas y haciendo la ingesta de alcohol diario donde la dosis moderada era un vaso de cerveza o vino y mientras que la dosis más elevada era una copa con el equivalente a 42 mililtros de licor.
Por lo tanto, según el estudio, beber de forma moderada mejora nuestros huesos.