El sector del porcino ibérico no pasa por su mejor momento y alcanza niveles tan críticos como los del año 2006. Los productores destacan la importancia de rebajar al máximo los costes de producción ante la actual crisis del sector. «El sector del porcino ibérico atraviesa uno de los peores momentos de la historia junto con los que se vivieron en el año 2006», manifestó ayer Esperanza Orellana, subdirectora general de productos ganaderos del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, en las últimas jornadas englobadas dentro de la Agropecuaria.
Las posibles medidas para hacer frente a la crisis es el correcto mantenimiento sanitario de los animales, una reordenación sectorial y de la producción extensiva, emprender las inversiones y reformas necesarias para asumir las demandas reales del mercado e incluso hacer una inversión de futuro como la mejora genética de la raza.
Manuel José González, presidente de la Asociación de Porcino Ibérico Selecto de Castilla y León—, apuntó que «la situación actual del porcino no está peor que por ejemplo el ovino o el vacuno. La ganadería en general atraviesa un momento complicado y el ibérico por supuesto también». Sobre el futuro del sector, señaló que «en el caso de Salamanca, las grandes explotaciones son las más perjudicadas en estos momentos con la crisis por tener pérdidas más fuertes al haber sido mayor la inversión. Las administraciones tienen que mostrar un mayor apoyo y ofrecer ayudas como sea para no perder el campo».
Por su parte, la conferencia del veterinario Manuel Sanz Timón, giró acerca de la futura selección genética del cerdo ibérico, y destacó el actual nivel de los animales, «que es francamente mejorable». Según Sanz Timón, «la genética permitirá, en los próximos años, contar con un cerdo de características físicas más atractivas para los industriales».