Aunque la subasta de ganado bovino es uno de los atractivos más importantes de la feria agropecuaria salmantina, este año se ha notado la crisis que atraviesa el sector ganadero ya que no se ha conseguido vender gran parte de los lotes.
En total fueron 45 animales los que quedaron desiertos en sus subastas, siendo adquiridos la mayor parte de los restantes por su precio de salida, es decir, el mínimo. Únicamente un ejemplar macho de la raza limusín, cuyo precio de salida era de 5.000 euros alcanzó la cifra de 9.160 superando ampliamente el resto de subastas.
La decepción la puso un ejemplar de la Uchae, cuyo precio de salida era de 6.000 euros y que nadie pujó por él, con lo que quedó desierto. En esta edición de 2008, el número de cabezas de bovino fue de 224, y no superó el nivel económico de la pasada feria que se situó en 2007 en más de 450.000 euros.
Los profesionales del sector afirman que la culpa de las malas ventas es la crisis del sector y que los ejemplares pagados a altos precios son únicamente reflejo de que la calidad se paga, por lo que muchos ganaderos prefieren gastar mucho en un buen ejemplar que en varios de peor casta.