Tener buena salud es un derecho reconocido y algo accesible en nuestra sociedad actual. Pero todo ello no tiene porque ser barato, de hecho es todo lo contrario. El consejero de sanidad indicó ayer en Salamanca que “la salud no tiene precio, lo que sí tiene es coste”.
Francisco Javier Álvarez Guisasola visitó ayer la capital charra y en su estancia habló sobre los costes de la sanidad en Castilla y León. La mitad del presupuesto se gasta directamente en los médicos, y el 23% en cuidar a los mayores. Según indica La Gaceta, en nuestra comunidad hay un médico por cada 1.072 habitantes, una cifra muy por encima de la media nacional que se sitúa en 1.700 habitantes por médico, por lo que la atención es más personal y cercana.
La dispersión y el envejecimiento son las dos causas de que el gasto en sanidad se dispare, sobre todo en provincias como Salamanca, donde hay más de 360 localidades. Lo que provoca además que el servicio de emergencias sea mucho más costoso. Por ello es importante cambiar las dotaciones económicas en el nuevo modelo de financiación de las autonomías, tal y como ha defendido el presidente regional Juan Vicente Herrera en los últimos días.