Las Águedas de Guijuelo se hicieron ayer con el cargo de la localidad tal y como es habitual en la celebración anual de Santa Águeda. La festividad adelantada al domingo para evitar la coincidencia con el martes de carnaval transcurrió con alegría bajo una intensa lluvia.
Las integrantes del grupo se hicieron cargo de Guijuelo recibiendo de manos del alcalde el bastón de mando en el Ayuntamiento de la villa. Purificación Melchor, aguedera mayor, recibió el símbolo de manos de Julián Ramos. El colectivo rindió homenaje al primer edil regalándole una placa conmemorativa. El acto que se realizó a las once de la mañana auguró ya un complicado día para los festejos debido al mal tiempo.
No obstante las Águedas continuaron con normalidad las celebraciones y cumplieron con todo el programa que había sido anunciado con anterioridad. Incluida la visita a la residencia el sábado por la tarde.
Los actos de celebración continuaron con la comida de confraternidad celebrada en Barbacoa La Amistad. El vendaval lluvioso no impidió tampoco la quema del tradicional pelele. Las águeda finalmente celebraron la conclusión de su día señalado con una fiesta en un conocido bar de la localidad.