Guijuelo también fue ayer protagonista en Salamanca con la ordenación como sacerdote de Isidoro Crespo Panadero, que hasta ahora participaba como Diácono en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de la villa.
La falta de vocación es uno de los mayores problemas actuales para la Iglesia. Algo que se ve reducido con actos como el de ayer en que Isidoro Crespo Panadero se ordenó como sacerdote en la Catedral Vieja, con la presencia de más de cien guijuelenses.
La ceremonia fue presidida por el Obispo de Salamanca, Carlos López, junto a Horacio Crespo y Gregorio Ramos, Párrocos de Guijuelo. Contando además con la presencia de más de 90 sacerdotes de toda la provincia. Especialmente de la comarca de Guijuelo, incluyendo a antiguos sacerdotes de la villa. El coro parroquial de Guijuelo se encargó de los cánticos durante el oficio.
Con la ordenación de Isidoro Crespo sólo quedan en el Seminario diocesano de Salamanca dos seminaristas cursando el último curso de Teología, dos únicos futuros sacerdotes para la diócesis de Salamanca en los próximos años.
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