La campaña de sacrificios de porcino ibérico de bellota comenzará de forma generalizada a partir del próximo día 7 de enero y de una forma tan intensa que ha sorprendido a los propios responsables de los mataderos de Guijuelo.
La causa de este lleno inicial de las salas de despiece, que no de la cadena de sacrificio, está en la incertidumbre que rodea la actual campaña. Los ganaderos no se arriesgan a «rematar» con pienso sus cerdos por temor a que después no sean calificados como «de bellota» tras las pruebas y pierdan precio en el mercado. Este año se utilizará el análisis de isótopos del producto cárnico para verificar la alimentación que ha tenido el animal en la montanera y también la procedencia geográfica del marrano.
El último descenso en Lonja lo sufrió ayer (-0,02 euros el kilo) y dejó el cerdo ibérico de bellota a uno de los precios más bajos de los últimos 10 años, en concreto un euro el kilo inferior al que tenía hace un año. De los 1,85 euros por kilo que tuvo como primer precio de campaña ha pasado, 29 días después, a 1,62/1,87.