La preocupación en las urbanizaciones de vecinos con piscina común aumenta con la llegada de los meses de calor, al no poder utilizar las instalaciones ya que su uso aún no ha sido regulado.
Entre los requisitos anunciados el primero es que podrán hacerlo aquellas cuyos municipios estén en la fase 2, pero además el resto de condiciones podrían hacer inviable por coste económico y recursos para el uso de estas zonas de baño, para que comunidades de vecinos puedan controlar y gestionar el cumplimiento de las normas. Por lo que desde la Asociación Nacional de Administradores de Fincas, de momento no recomiendan la apertura de las piscinas hasta que no sea posible garantizar que no habrá riesgo de contagio.
La falta de regulación expresa impide que se puedan cumplir con todos los requisitos que entre otros, limitan el aforo al 30%, se debe mantener una distancia de seguridad de dos metros entre usuarios, evitar la concentración en determinadas horas o limitar el tiempo de estancia, además de limpiar y desinfectar la instalación.
En todo caso, hay que decir que la responsabilidad estará en los propietarios de la piscina que deberán encargarse de cumplir las medidas o buscar los medios necesarios para gestionarlas.
Desde la Asociación de Administradores de Fincas se han ofrecido como ayuda para solucionar los problemas enviando diferentes comunicados desde el 14 de abril y en el que piden al Gobierno que se pronuncie de alguna forma, para adaptar las medidas a la situación real actual.