El entorno de Linares mantiene su situación actual y no se verá afectada por los últimos cambios realizados desde la Diócesis de Salamanca.
La Diócesis de Salamanca se ha visto obligada a reorganizar la situación de las parroquias en las sierras del sur de la provincia, que finalmente no afectan a Linares, San Esteban, San Miguel de Valero, Santibáñez de la Sierra, Valero y El Tornadizo.
Los cambios se deben a que está descendiendo el número de miembros de la comunidad de los Oblatos de San José, una figura que sirve de refuerzo a las labores que realizan los sacerdotes y que en los últimos años se ha visto mermada, pasando de cinco a cuatro, que atendía a un total de veinticinco localidades, además de realizar otros servicios religiosos.
Ante esta situación desde la Diócesis de Salamanca han decidido cubrir las necesidades, enviando sacerdotes desde otras ubicaciones, para así atender las zonas afectadas, que implican especialmente, a las localidades de: Horcajo, Valdehijaderos, Montemayor del Río, Lagunilla y Valdelageve.