La curiosidad del encuentro la protagonizó la nieve caída durante la jornada del sábado y el domingo en Burgos. El sábado los operarios y voluntarios ya trabajaron para retirar la nieve, y ese trabajo lo tuvieron que repetir el domingo, lo que provocó el retraso del partido, que dio comienzo a las doce y media de la mañana. A pesar de la nieve caída, el terreno de juego presentaba una buena imagen, aunque estaba algo blando y muy pesado para las piernas de los futbolistas.