La última cita de la Matanza Tradicional de Guijuelo se presentó con un carácter muy reivindicativo de la fiesta, de la cultura y de la tradición, ante las últimas “agresiones” que ha venido recibiendo esta cita con nuestras raíces. Una Matanza que estrenó un cenador para que el sacrificio quedara velado al público.
La cita matancera contó con la presencia de la cofradía gatronómica de Guijuelo, que celebraba su vigésimo tercer capítulo, al que sumaron un buen número de cofradías llegadas desde todo el territorio nacional.
En esta última Matanza Tradicional del año se dieron cita rostros conocidos como Pepe Ruiz, Manolo Jiménez, Sergio Martín o Javier Moro y durante la celebración fueron nombrados matanceros de honor el torero Miguel Ángel Perera y el alcalde de Bembibre, José Manuel Otero, que además compartió un hermanamiento entre Bembibre y Guijuelo en el que tomó parte el alcalde de Guijuelo, Julián Ramos.
En esta última matanza del 2017 y tras dos en las que el cerdo no fue sacrificado en la plaza de la Matanza, el cerdo pasó por el patíbulo dentro de la plaza, pero para no hacer partícipe al público de este momento, las labores de los matarifes se realizaron dentro de un cenador, cerrado por unas cortinas a modo de visillo, que impidieron que los asistentes pudieran verlo. Esta medida se toma para ajustarse a la normativa vigente y a las recomendaciones realizadas por algunas instituciones, que atienden solo a las reclamaciones de los grupos que se suponen así mismos como defensores de los animales.
El resto de la jornada transcurrió con la normalidad que esta fiesta ha impuesto en los 32 años que viene rememorando el rito matancero que ha dado de comer a generaciones enteras y que ha permitido que este país, esta región y esta localidad sean lo que hoy son.
Buen título
Ya no saben como armarla… que ridiculo.