Desde hace más de 3 años los responsables de la Junta de Castilla y León trabajan en la creación de una nueva distribución territorial que potencie la gestión de los servicios de cercanía y mejore la vida de todos los ciudadanos de la Comunidad. Un proyecto de organización del territorio que actualmente afronta su recta final.
En estos momentos la Junta está recibiendo las alegaciones que cada municipio plantea al modelo presentado, que podrán continuar realizándose hasta finales de año. Con un periodo de análisis y audiencia a aquellos responsables municipales que lo soliciten que al menos se alargará durante el primer mes del próximo año.
A este paso se le unió en el día de ayer la constitución del grupo de trabajo que forman 20 representantes municipales y que tendrá que determinar cuales son las funciones de las mancomunidades de interés general en el ámbito rural.
Este grupo será el encargado de analizar, estudiar y fijar la cartera de servicios a atender en las zonas rurales por las nuevas entidades, que se englobarán en una cartera, cuya determinación, se espera que antes de la primavera, cerrará el proceso burocrático de creación del nuevo modelo, así lo apuntó el consejero de presidencia José Antonio de Santiago-Juarez,
Con las funciones definidas se iniciará la fase de incorporación voluntaria de los municipios a las mancomunidades de interés general, así como del reparto de primas anunciado por la Junta con la puesta en marcha de las agrupaciones municipales enmarcadas en el nuevo modelo.
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