El Papa Benedicto XVI ha canonizado a la Madre Bonifacia, fundadora de las Siervas de San José, que se convierte en la primera santa salmantina.
El Sumo Pontífice proclamó ayer domingo la santidad de la Madre Bonifacia, que la convierte en la primera santa procedente de nuestra provincia.
Benedicto XVI defendió el papel del trabajo de la Madre Bonifacia «para ganarse el pan y faenar», sin que para ello «resultara gravoso, sino más beneficioso para su vocación», coincidiendo con la celebración del Día del Domund.
Bonifacia Rodríguez de Castro (1837-1905), fue una religiosa que dedicó su vida al servicio de la mujer trabajadora. La ayuda a las jóvenes en difícil situación fue uno de los principales objetivos de Bonifacia, nacida en Salamanca y fallecida en Zamora.
Ella misma comenzó a trabajar en su juventud, tras el fallecimiento de su padre, para ayudar a su madre. Así se dio cuenta de las duras condiciones en las que trabajaban las mujeres. Aquello influyó en su decisión de crear su propio taller de cordonería, para el que contrató a mujeres pobres de Salamanca que también tenían una fuerte vertiente religiosa.
El jesuita catalán Francisco Butinya i Hospital cambió el rumbo de su vida, cuando le propuso crear una nueva congregación orientada a la mujer trabajadora: la Congregación de las Hermanas de San José.