La banda terrorista ETA ha anunciado ayer el “cese definitivo de su actividad armada”. Tanto Gobierno como partidos políticos han celebrado la decisión y festejado el triunfo de la democracia, mientras que Fuerzas de Seguridad y víctimas señalan que aún hay que mantener la cautela.
El anuncio de la banda terrorista se produce tres días más tarde de la reunión internacional en la que se solicitaba a ETA el final de la lucha armada.
En el comunicado, publicado en el diario Gara, los etarras manifiestan su intención de cesar la actividad armada, e insta a los gobiernos español y francés a que se sienten a negociar las causas del conflicto. Además insisten en «el reconocimiento de Euskal Herria y el respeto a la voluntad popular deben prevalecer sobre la imposición», tal y como podemos escuchar de los propios terroristas:
Fuentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y colectivos de víctimas señalan que hay que mantener la cautela y que únicamente se podrá considerar una victoria cuando se disuelva la banda, se entreguen las armas y pidan perdón a las víctimas. Por su parte el capitán Juan José Aliste, víctima de ETA, ha asegurado, tras el anuncio de la banda terrorista del cese definitivo de su actividad armada, que las víctimas son “las perdedoras”, que “todas las encuestas apuntan a que ETA es la vencedora y la sociedad la vencida”, según declaraciones a la agencia Ical.
Desde que cometió su primer atentado en 1960, ETA ha asesinado a un total de 829 personas, de las que 506 eran miembros de las fuerzas de seguridad, 48 empresarios y 39 políticos. Cometiendo dos atentados en Salamanca, uno de ellos mortal.