La Junta de Castilla y León aprobó ayer la modificación de la normativa que prohibía explotaciones ganaderas a menos de 500 metros del casco urbano.
La Dirección General de Urbanismo y Política del Suelo fue la encargada de realizar la modificación que afectará a 264 municipios de la provincia. La antigua norma, vigente desde 1978, impedía que se estableciera cualquier tipo de explotación ganadera a menos de medio kilómetro de un núcleo urbano.
La modificación de la norma permite que a partir de ahora las infraestructuras ganaderas puedan estar situadas a una distancia de entre 100 y 500 metros del casco urbano, dependiendo la distancia final del tipo de ganado existente en la explotación y la cantidad de población que posea la localidad. Aunque la última palabra la tendrá siempre la Comisión Territorial de Urbanismo a petición de los propios ayuntamientos.
Desde organizaciones agrarias como ASAJA se han mostrado muy satisfechos por la modificación de la norma y aplauden la flexibilización de los requisitos para el trabajo en el campo.