La crisis afecta especialmente a los mataderos de la provincia, que están a medio gas, debido a que los sacrificios se han reducido en los últimos meses casi a la mitad.
Los sacrificios se han reducido casi en un 50% en porcino y ovino en Salamanca debido a la disminución de la cabaña ganadera por la crisis y también a la falta de demanda. En el caso del porcino, como publica en la edición de hoy La Gaceta de Salamanca, mataderos como el de Luis Ramos, responsable de Mafisa, han pasado de sacrificar 40.000 cerdos en septiembre de 2007 a quedarse en los 28.000 de este año. En noviembre la reducción de sacrificios está siendo por ahora menor, entre un 15-20%, pero el temor está en lo que ocurrirá en la campaña de montanera.
La consecuencia directa de esta reducción de sacrificios se encuentra en el empleo. Si antes un empresario tenía dificultades para encontrar a trabajadores para la campaña, «ahora se ofrecen todos los días», dice Luis Ramos, y no se contratan hasta que llega el momento.
En cuanto al ganado vacuno, los sacrificios son desiguales en función de los mataderos. En general se mantienen los sacrificios de terneras y añojos y se incrementa el de vacuno mayor, sobre todo porque muchos los ganaderos que se han visto obligados a reducir la cabaña por la crisis o, en el caso del vacuno lechero, a sacrificar los ejemplares de menor rendimiento, lo que ha engordado los números del matadero.