El plan especial sanitario aplicado por la Junta de Castilla y León anuncia que la enfermedad del porcino se ha reducido, pero no eliminado, por lo que las comarcas de Alba de Tormes y Peñaranda seguirán con limitaciones de venta.
En concreto es la enfermedad de Aujeszky, la que continúa presente en las explotaciones ganaderas de la zona, estando presente en un 20,65% para Peñaranda, mientras que Alba de Tormes alcanza el 27,9%. Los niveles son más bajos que en 2004, peor año de la infección donde la tasa casi alcanzó el 40% en ambos lugares.
La reducción de la enfermedad se debe a la aplicación del plan especial de la Junta de Castilla y León, que consiste en vigilancia veterinaria, vacunación y chequeo de los animales.
Las granjas de Alba y Peñaranda pueden comercializar ganado vivo, aunque continúan con las limitaciones impuestas por ley hasta que la enfermedad baje hasta el 10% de infecciones.