Unas obras de remodelación en un edificio de Béjar descubren un zulo de los años 40 de unos 5 metros cuadrados donde se ocultó una persona al finalizar la Guerra Civil.
El inmueble que data de 1718 metros, data de 1718 y está situado en pleno centro de la ciudad textil. El agujero encontrado es uno de los llamados “toperas”, un escondrijo para perseguidos por el régimen de Franco en la época de la posguerra.
En el habitáculo se han encontrado una serie de utensilios de escaso valor económico, pero de gran valor tanto sentimental como cultural. Un estatuto de los trabajadores, un frasco de jarabe para la tos, diversas cartas con matasello de la época de Franco y una pistola tallada en madera.
La empresa TGC grupo, descubridora del hallazgo, ha manifestado que colaborarán con cualquiera que desee estudiar el lugar, pero que no se investigará sobre la identidad del ocupante de la topera.