La Denominación trabaja en la mejora de sus sistemas de control

Para adecuarse a la normativa actual, la Denominación de Origen trabaja en estos momentos en la creación de su propia Corporación de Derecho Público. Un instrumento que diferenciará claramente los órganos de control y gestión. Con este cambio se podrán ofrecer más garantías de imparcialidad en los productos amparados.

La Denominación modificará así el sistema de control del producto que hasta ahora venía autorregulado por el organismo, con la supervisión del Ministerio y en la actualidad pasará a estar regulado directamente por el propio Ministerio.

Este cambio implica que la Denominación tenga que conformar su propia Corporación de Derecho Público, que permitirá separar los órganos de gestión y control. Creando así un nuevo cuerpo de control en el que se incorporarán los ‘inspectores’, que sustituirán a los actuales ‘veedores’, y que en todo caso actuarán de forma independiente del cuerpo de gestión, que seguirán formado los industriales asociados no podrán intervenir en el sistema de control.

Con la entrada en vigor de la nueva normativa han quedado separadas las dos funciones, gestión y control. Y ahora lo que queda abierto es un periodo de adaptación, que fija que antes del 3 de diciembre tendrá que haberse presentado la propuesta del reglamento de la corporación, que tendrá que estar lista, aprobada y en marcha antes del 2 de junio de 2016.
Según explicaba en asesor de la Denominación de Origen, Sergio González, en Radio Guijuelo los cambios aunque sean importantes, supondrán una mejora en el control de todos los productos amparados, lo que ofrecerá al consumidor final más coherencia, imparcialidad y garantías.

En estos momentos, en este sentido, los responsables de la Denominación trabajan en la redacción de la propuesta de reglamentación de la Corporación de Derecho Público.