La Cooperativa Regional Agropecuaria de Salamanca, CRAPE, con sede en Peñaranda de Bracamonte y una de las más representativas de Salamanca al contar con casi 700 socios, ha presentado suspensión de pagos en el Juzgado de Salamanca, arrastrada por las deudas ocasionadas, en gran parte debido a su fábrica de embutidos.
Antes de que el Consejo Rector adoptara el pasado martes la suspensión de pagos, Crape solicitó a final de año un expediente de regulación de empleo que afectaba a 12 trabajadores y que finalmente no fue aceptado. También intentó obtener préstamos e incluso puso a la venta la fábrica de embutidos sin encontrar comprador.
Crape, tiene una deuda de unos 10 millones de euros, con entidades de ahorro derivada de la crisis del sector del ibérico. El proyecto en el que se ve inmersa la cooperativa no otorga los suficientes beneficios, por lo que no puede hacer frente a los pagos que tiene pendientes y los créditos se acumulan con el paso de los meses.