La Sierra de Béjar y de Francia cuenta con más de 300 vestigios de edificios de patrimonio industrial, según los datos que aporta un inventario realizado por la asociación Llámpara y financiado por el grupo de Acción Local ASAM
La localidad de Peromingo acogió el pasado fin de semana la presentación del inventario de los bienes arqueológicos industriales de la Sierra de Béjar y Francia, entendiendo como tales todas aquellas infraestructuras y elementos anteriores a 1960.
Ángel de Prado, gerente de ASAM, destacaba la riqueza de la zona en cuanto a elementos catalogados en la comarca, donde destacan las localidades de Puerto de Béjar y Candelario, donde se han documentado cuatro molinos.
En cuanto al resto del terreno, el inventario pone de manifiesto una gran presencia de vestigios y elementos relacionados con los procesos de transformación de alimentos, como molinos, almazaras y –en menor número– prensas de vino, a los que hay que unir también otros relacionados con el wolframio, ubicados en Cespedosa y El Cabaco. También aparecen inmuebles relacionados con la curtiduría de cueros, actividad que gozó de prosperidad en Puerto de Béjar a finales del XIX y principios del XX.
El trabajo de documentación, realizado por la asociación Llámpara con cargo a los fondos Leader, se ha prolongado durante dos años.