La violencia de los jóvenes contra los integrantes de su familia está creciendo de forma alarmante, con episodios de maltrato de los menores hacia sus padres u otros integrantes de la comunidad familiar, como hermanos y abuelos, hasta el punto de convertirse en un problema “importante” estabilizado al alza, según los informes que maneja la Fiscalía de menores. Así, según los últimos datos durante el año 2009 se produjeron 121 casos de violencia en el entorno familiar protagonizados por menores, lo que supone 12 más que en el año anterior, con un aumento del diez por ciento.
Este incremento en las condenas por este tipo de violencia, representan ya el 8,2 por ciento de las altas recibidas en los centros pertenecientes al sistema de reforma, lo que ha llevado a alertar de la escasez de plazas existentes y que ha obligado a que algunos casos hayan tenido que ingresar lejos de su domicilio habitual, según ha informado el fiscal de Menores de León y coordinador de estas fiscalías en la Comunidad, Avelino Fierro.
Este tipo de sucesos afecta a familias de todo tipo cualquiera que sea su condición económica y social, donde en todos los casos el delito sólo se denuncia cuando el problema es extremo, ya que los padres tienden a culparse cuando se produce esta situación y suelen ser reacios a denunciar a sus propios hijos.
La convivencia con grupo educativo es, según Fierro, “la medida más adecuada para casos de menores que maltratan a sus padres”. Sin embargo, las plazas son “escasas” en la Comunidad, que cuenta con sólo 61.