La Guardia Civil ha detenido a una persona y ha investigado a otras nueve como presuntos autores de los delitos de estafa, falsedad documental, contra la salud pública y los consumidores, relacionados con la comercialización fraudulenta de productos cárnicos curados, sobretodo de ibéricos. Se han inmovilizado 29.000 piezas, valoradas en más de un millón de euros, y de ellas, 19.600 paletas y jamones.
Durante la investigación los agentes comprobaron que estos productos contaban con trazabilidad confusa, sin etiquetas ni registros sanitarios y con precintos de normativa de ibérico colocados de forma irregular. Todas las piezas serán destruidas al considerarlas «un riesgo para la salud de los consumidores por carecer de garantías sanitarias y no salvaguardar la seguridad alimentaria».
La operación, llamada Guisima II se ha llevado a cabo de forma conjunta con los veterinarios del Servicio Extremeño de Salud, en la que han sido investigadas siete empresas relacionadas con presuntas acciones delictivas y que están ubicadas en las provincias de Badajoz, Salamanca, Madrid y Murcia.
La investigación comenzó cuando agentes de la Guardia Civil del Seprona de Hornachos, en Badajoz, junto con los veterinarios inspeccionaron un establecimiento de alimentación del municipio pacense de Zafra.