El extensivo mal, la bellota mal, el intensivo mal, el control mal, el producto estrella mal, la terminología mal,… ¿hay algo bien en el borrador de la norma del ibérico? Este podría ser el resumen de las reacciones que se han venido suscitando en las últimas horas.Desde que el ministerio envió a las Comunidades Autonomas el borrador de la modificación de la norma del ibérico son muchas las voces que han presentado sus quejas públicamentem, entre ellas llaman la atención los cambios significados desde la Denominación de Origen Jamón Guijuelo. Para empezar, entienden que el borrador no cumple con el primer objetivo trazado por el ministerio, que es clarificar al consumidor el producto a comprar, al contrario, el secretario técnico, Jesús de la Gándara afirma que con el borrador lo único que se consigue es confundir más al consumidor.
Pero ahí no acaba la cosa, uno de los aspectos que deberá corregirse, según la opinión de la Denominación de Guijuelo, es el que hace referencia al cerdo de bellota que no puede quedar en exclusiva para el animal puro.
Otro de los aspectos que recoge el borrador y que no convence a los representantes de la Denominación son los requerimientos para que un cerdo sea considerado de extensivo ya que no logra el equilibrio ambiental y ecónomico, para Jesús de la Gándara ese animal no puede producirse por que nunca puede ser rentable.
Por último desde la secretaría técnica de Jamón Guijuelo se destaca que el control de la norma ha de estar claro y debe de contar con el consenso de todos y el borrador no cumple y lo mismo sucede cuando la norma plantea un producto como el mejor aunque éste no lo sea ni para el mercado, ni para el consumidor, ni para el ganadero, ni para el industrial, por que el jamón de un cerdo ibérico puro, sea o no de bellota, no es el que pide el consumidor, es más, el mercado lo rechaza de forma rotunda.