El Ayuntamiento de Santibañez celebró ayer un nueva sesión plenaria que finalizó una vez más en polémica. Antonio Alonso tomó posesión de su acta como concejal, y terminó abandonando la sesión por las fuertes discusiones. En los puntos del día, se aprobaron las cuentas generales de 2011 y varios asuntos urbanísticos.
Tras la dimisión de dos concejales socialistas, y la renuncia de un tercero a ocupar su puesto, fue Antonio Alonso, antiguo alcalde de la localidad, el que se convirtió en el nuevo edil, acompañando a Isidoro Sánchez Casquero en la oposición. María Luísa Peña renunció a la posibilidad de formar parte del Ayuntamiento, acusando al líder de la oposición de querer expulsar al secretario del Consistorio. Una vez iniciado el pleno, las ya habituales discusiones provocaron que el recién estrenado concejal Alonso abandonara el pleno.
El orden del día del pleno se aprobó con normalidad, incluyendo la aprobación de las cuentas generales de 2011, la adjudicación de las pistas de padel, y la construcción de un parque infantil, que costará a las arcas municipales cerca de 45.000 euros.
En el apartado de mociones, ambos partidos políticos estuvieron de acuerdo para no aumentar la tasa de recogida de basura, pese al encarecimiento del servicio por parte de la Diputación. Una segunda moción sobre el rechazo a la reforma laboral fue archivada por el equipo de Gobierno.