La industria del ibérico se encuentra en estos momentos en una delicada situación, por la falta de cerdos de montanera, que han alcanzado precios muy altos en lonja. Eso sumado al exceso de género provocará un inicio de campaña complicado. Algo que se vio reflejado en la feria de Zafra, donde solo se vendió la cuarta parte del porcino.
Los ganaderos de porcino prefieren reducir ejemplares en sus explotaciones ante el temor de que, una vez cebados y vendidos, encuentren dificultades para cobrarlos, como ahora ocurre, de ahí que prefieran quedarse con cantidades mínimas de ganado.
Además, las fábricas se encuentran con gran cantidad de género que no se ha vendido, lo que se traduce en menor actividad y un comienzo más tardío de la campaña, que se podría retrasar hasta diciembre como el año pasado.
La campaña podría ser mejor de lo esperado, como ya ocurriera antes, pero las previsiones son peores, al igual que el precio del cerdo, que es mayor.