El fin de semana se presentaba de lo más atractivo, en el plano futbolístico, muchos partidos, muchas expectativas y todo se quedó más en ilusión que en resultados tangibles.
El partido del primer equipo fue malo de solemnidad, de los que hacía mucho tiempo que no se veían en el Municipal. El Guijuelo mal y el Caudal peor. Juego cero, no existió y ocasiones contadas, para el Caudal dos acercamientos más o menos claros, en todo el partido y para el Guijuelo se pueden contar con los dedos de una mano. Al final el juego directo volvió a demostrar que no le sirve al Guijuelo, especialmente en casa. Por cierto resultado final empate a nada o lo que es lo mismo cero a cero.
El Guijuelo necesita marcar para ganar los partidos y eso es precisamente lo que destacó Cazalilla el mister al concluir el encuentro.
Por su parte el entrenador del Caudal se mostraba contento ante un resultado que para él había sido justo con lo visto en el campo.
En definitiva, el Guijuelo lleva tres partidos y tres puntos de nueve posible. Poca cosa. Vale, que el Guijuelo no gana, pero al menos el Guijuelo no pierde. Y hay que confiar en que el vestuario sea capaz de retomar la situación y poner en marcha lo que ahora mismo no acaba de arrancar. La plantilla está afectada, pero con muchas ganas.
Por otro lado, el filial se estrenaba en la liga en Benavente y empezó ganando, con gol de David Risueño, pero las cosas se torcieron y el local logró darle la vuelta al marcador, que acabó 2 a 1.