El agua se está convirtiendo en un serio problema para los ganaderos y agricultores, que ven como los campos no pueden admitir más agua, lo que supone un serio problema para el desarrollo de la siembre y el pastoreo.
Pese a los últimos dos días en los que el sol ha sido la tónica, los campos continúan saturados de las últimas lluvias y no admiten más agua.
Esta situación supone un gran problema para el trabajo en los próximos días, ya que incluso muchos productores tienen problemas para acceder a los campos con sus vehículos debido al exceso de humedad.
El pienso y la paja, que son muy demandados estos días, no llegan a tiempo a las explotaciones, suponiendo grandes inconvenientes para los ganaderos. Además, en situaciones de estrés, con mucho frío y humedad, los animales adquieren menos peso que estando en mejores condiciones. Lo que reduce su valor en el mercado.
En el caso de la agricultura, aún son muchos los que no pueden acceder a las tierras para cosechar, sembrar o arrojar abonos.