Es lo que comúnmente se conoce como estrés y que se muestra con signos de ansiedad, depresión, irritabilidad, falta de concentración, sensación de angustia y otros trastornos físicos. Con la vuelta de las vacaciones según los estudios, se suele necesitar tres días para adecuarnos a los nuevos hábitos diarios.
Las más afectadas son las personas inseguras y las perfeccionistas, según los expertos, ya que son los que encuentran más problemas a la hora de adaptarse a la rutina.
Las diferentes patologías dan como resultado un menor rendimiento en el trabajo, aunque según el psicólogo Ricardo Ros, el síndrome posvacacional no existe en realidad, sino que es un invento para darle nombre a algo que antes se llamaba pereza, a la incorporación laboral y es que a quien no le cuesta volver al trabajo después de estar en la playa o la piscina.
Para afrontar mejor la vuelta al trabajo, se recomienda no volver el día antes, no agobiarse con el trabajo atrasado e intentar ponerse al día con calma, adaptar unos días antes los horarios de sueño y de comidas para así ir poco a poco recobrando la actividad diaria. Tampoco se recomienda hablar de las vacaciones disfrutadas e incluso empezar a planear las del año que viene, para centrar la mente en lo que viene y no en lo pasado.
Por lo tanto nosotros les recomendamos que para distraerse piensen en la festividad del 12 de octubre o que vayan pensando en los regalos de navidad… ¡AH! Y en la lotería. Feliz regresos a todos.