El anuncio del Ministro de Justicia, Francisco Caamaño de aprobar durante esta legislatura la retirada de los símbolos religiosos de los colegios e instituciones públicas no ha pasado desapercibido en los sectores educativos de la Diócesis de Salamanca.
El delegado diocesano de Enseñanza, Antonio Matilla, declaro en La Gaceta de Salamanca su disconformidad con los cambios que se proponen, ya que en su opinión «es una ley innecesaria porque la existente sería útil en la actualidad con unos pequeños retoques». El representante diocesano cree que es un intento de «mandar a las catacumbas a la Iglesia, para que desaparezca de la vida social y pública».
Para el párroco de San Pedro Apóstol en el barrio de Tejares estas cuestiones obedecen a que el Gobierno «no conoce como es la sociedad, ya que existe una inmensa mayoría de gente que aprecia lo religioso aunque no lo practique». Incluso afirmó que todos estos cambios responden «a la alianza de civilizaciones propuesta por el Gobierno de Zapatero para favorecer al Islam y que la Iglesia católica se quede callada tanto como ella como con sus obras».
Amigo sancho, con la iglesia hemos topado…