Las fuertes lluvias sufridas en los últimos meses harán que las alergias sean mucho más intensas este año que en la primavera del año pasado, principalmente en la zona centro, sobre todo en la meseta de Castilla y León, donde se superarán los 5.000 granos por metro cúbico de aire, mientras que el año pasado la concentración fue de 4.075 granos.
Ante este incremento de las alergias, los expertos recomiendan el tratamiento con una vacuna específica y corticoides inhalados, para evitar los síntomas y el asma que sufre el 37 por ciento de los alérgicos.
La llegada prematura del verano y unas temperaturas extremas podrían suavizar los niveles de gramíneas. De no ser así, aumentarán la frecuencia y la intensidad de las alergias a este polen, que padecen un 20 por ciento de la población en las regiones de la zona norte, por lo que habrá pacientes que volverán a presentar síntomas leves en la nariz y en los ojos «a pesar de que en años anteriores no hubieran notado nada».
En los casos más intensos, la incidencia de la alergia puede afectar a los bronquios, provocando más casos de rinoconjuntivitis y asma y un aumento de las urgencias hospitalarias por estas patologías.