El fin de semana ha sido un claro ejemplo de lo que no se debe hacer al volante, con varios incidentes en la capital salmantina que ponen de manifiesto la mala idea de mezclar alcohol y conducción.

Una mujer triplicó ayer la tasa de alcohol permitida en el control que le realizó la Policía Local de Salamanca tras atropellar a un agente en el paseo de San Antonio, que afortunadamente salió prácticamente ileso. El suceso tuvo lugar a las siete y media de la mañana de ayer cuando la conductora impactó contra un control policial del dispositivo de la San Silvestre salmantina golpeando a uno de los agentes.

Ya por la tarde, Salamanca volvió a vivir una tensa situación en las calles con una persecución de un joven de 20 años que conducía sin carné por parte de la Policía Local. Los agentes dieron el alto a un vehículo de comportamiento sospechoso y el joven se dio a la fuga por las calles del barrio de Pizarrales. Únicamente cuando el coche fugado gripó el motor los agentes alcanzaron al chico, que fue detenido tras comprobar que no poseía permiso de conducir alguno.

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