El alto precio del pienso ha disparado el precio del arrendamiento de dehesas hasta el punto de que se han llegado a cerrar operaciones en 180 euros por cada cerdo, cuando en años anteriores se situaban en 90.

Esta subida se debe a que el ganadero quiere evitar pagar el pienso a los precios actuales y, además, garantizar una buena venta de sus ejemplares, algo que suele ocurrir con la bellota. No obstante, esta decisión tiene sus riesgos, sobre todo en un año como el actual en el que el precio que alcanzará la bellota es más incierto que otros porque en la feria de Zafra no se ha cerrado ninguna operación.

Si se vende al precio de la campaña pasada entre 379 y 422 euros el ejemplar, la rentabilidad para el ganadero tampoco es alta. Este año además el animal entra más tarde porque la norma exige dos meses de comida a base de bellotas y el sacrificio a los 14 meses.

El otro problema, es el de la climatología. Aunque el año parece excepcional en cuanto a cantidad de bellota, la necesidad de agua amenaza la producción, igual que el riesgo de heladas.

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