Ya han transcurrido tres meses desde las fuertes tormentas que cayeron en la zona del pantano de Santa Teresa y las poblaciones afectadas aún esperan las ayudas prometidas por el gobierno para mejorar la situación de los pastos.
Tras las fuertes precipitaciones los municipios de Galisancho, Galinduste y Pelayos solicitaron la declaración de zona catastrófica por parte del Gobierno Central y además pidieron ayudas para paliar la situación en la que habían quedado los campos.
Los respectivos Ayuntamientos recibieron entonces una carta estatal indicando que el Gobierno aseguraba ser la única administración competente en el asunto. Benigno López, alcalde de Pelayos, ha comentado que el documento: “está lleno de buenas palabras, pero se han quedado en nada”.
Tres meses después no se ha efectuado la declaración de zona catastrófica ni tampoco se sabe nada de las ayudas solicitadas para solucionar los daños producidos. Pero se tienen pocas esperanzas de que el Estado reconozca el lugar como escenario de una catástrofe según declaraciones de José Rodríguez, alcalde de Galisancho.