La crisis ganadera provocada por los altos precios de los piensos y el bajo consumo de carne ha motivado el cierre de varias explotaciones en la provincia de Salamanca y ha reducido el censo de las explotaciones, excepto en el ganado porcino.
Según palabras del secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Guillermo González: «Está claro que se ha producido un abandono muy grande en la ganadería. Y como la situación continúe así todavía habrá más cierres de explotaciones porque de momento no se ven posibles soluciones a corto y medio plazo».
El resultado de esta crisis es que el censo total de ganado vacuno y ovino ha bajado en más de 100.000 cabezas respecto al año 2000. Hace ocho años, el número de bovinos en Salamanca era de 622.127, por los 513.403 del 2007. Respecto al ovino, la Junta contabilizó 822.103 animales en el 2000 por 667.023 la pasada campaña.
El porcino sin embargo ha visto incrementado el número de cerdos durante este periodo en 107.777 cabezas. El pasado año contabilizaba 649.210 por 542.133 en el 2000.