El resultado:un caos circulatorio que colapsó la circulación en diferentes puntos de la capital, y con un gran punto negro: el paseo de la Estación.
Los momentos de mayor intensidad de la tormenta, se produjeron entre las nueve y las diez y media de la noche, los conductores se vieron sorprendidos por el agua sin poder avanzar. Los vehículos se quedaron cruzados sobre la carretera mientras los contenedores de basuras eran desplazados de un lado a otro de la calle empujados por la lluvia y el viento, y flotando sobre una densa e improvisada balsa líquida.
La Policía Local se encargó de regular la circulación para evitar colisiones en esta importante arteria de la capital, pero el trabajo se multiplicaba en todas las zonas del centro. El caos proseguía. Los Bomberos tampoco paraban, con decenas de llamadas que alertaban de inundaciones en garajes y locales comerciales.
La tormenta también atronó en la provincia. Lluvia, y más lluvia. Los Bomberos de la Diputación encadenaban salidas en Monterrubio, Navahonda, Santa Marta, Carbajosa… En el polígono de Los Villares el tráfico se desviaba con medio centenar de camiones con el agua sobrepasando la altura de sus ruedas. Ya en carretera, la Guardia Civil de Tráfico informó de varias decenas de salidas de vía motivadas por el agua, aunque sin graves daños personales. Protección Civil mantiene activada la alerta por tormentas fuertes en Burgos, Soria y Segovia, que pueden extenderse por el resto de Castilla y León. La previsión meteorológica incluye a Zamora y Salamanca, aunque en ambas provincias el fenómeno tormentoso será de menor intensidad.